martes, 16 de septiembre de 2008

Parchis very dangerous (Descontrol de seguridad)...

Ya estamos en Agra, y a priori la gente parece mas amigable que en Delhi aunque son igual de chorizos. Nuestro hotel esta al lado de los monumentos (Taj Mahal y Fuerte Rojo de Agra) y brilla el sol…

Hemos descubierto un extraño juego indio que consiste en tratar de mirarles las tetas a todas las turistas que se cruzan, a pesar de que esto pueda acarrearles estrabismo por forzar el ángulo de visión, o una hostia para que purifiquen pensamientos y miren más a sus chavalas. Además que los indios tienen algo en la mirada, que solo tienen las vacas y los perros, y es que son capaces de quedarse mirándote sin hablar (y muy posiblemente sin pensar) durante minutos a pesar de que les desafíes con la mirada.

Hemos sido conscientes de este juego en el Fuerte Rojo, tras darnos un palizon visitándolo. Mas tarde hemos ido a ver el atardecer en el Taj Mahal y gracias al des-control de seguridad casi llegamos al anochecer.

El circo comienza tras comprar las entradas, al pasar los arcos detectores… Como buen país tercermundista no funcionan y la revisión pasa por palparme por delante y por detrás, con especial atención a la nalga y al paquete (Fausto, esto es el móvil o es que te alegras de verme…), así como abrir la mochila y alucinar con los analfabetos del ejercito que se ocupan de seguridad… He aquí la transcripción de la conversación entre mi cuñao y el de seguridad tras abrir la mochila y descubrir tres peligrosas armas de destrucción masiva:

Militar: No puedes pasarlos (señalando un pañuelo para el pelo, un pareo, y un juego magnético de parchis con una baraja de naipes dentro)…

Cuñao: ¿Por qué? Mire (cogiendo el pañuelo, y tratando de sobreponerse a lo absurdo de la situación), esto es por si llueve (brilla el sol, cero nubes) para taparme la cabeza…

Militar: Bien, puedes pasarlo pero el resto no…

Cuñao: No, mire (cogiendo el pareo y simulando que se lo pone) esto es para taparme el resto del cuerpo por si llueve (si cuela una vez puede colar dos)…

Militar: Bien, pero esto no puede pasar…

Cuñao: Eeeeeeeeh… (Trata de pensar en que coño hacer con un parchis si llueve pero la picardía no da para mas)


Espera que tiro una foto y nos podemos ir del pais...

Tras dejar un parchis, una baraja, un iPod y un cargador de baterías Canon en la consigna (te cagas con la incautación de objetos sospechosos) me someto a un segundo magreo que convence al militar y consigo entrar. El Taj Mahal hace justicia a su nombre, es tan perfecto y armonioso que no tiene comparación con ningún otro monumento que yo haya visto jamás. Por desgracia es tan magico y perfecto como ruin y horrible son la tierra que lo rodea y la población que la habita.

No hay comentarios: