sábado, 20 de septiembre de 2008

¿Jungla o selva?...

Seis horas de autobús cutre después, llegamos a Chitwan y comprobamos en carnes propias el fatídico clima de la zona…

Tras un poco de confusión sobre la orientación de la zona (que es dentro, y que es fuera del parque) cogemos el 2º mejor hotel de la zona, desprovisto de aire acondicionado y televisión… Con las horas descubriríamos que de tener TV o aire, no serviría para nada, ya que los cortes de luz son continuos y muy inoportunos…

Nos vamos a comparar precios para nuestra primera excursión y optamos por la tremendamente vulgar excursión a lomos de un elefante… Aquí hay elefantes hasta en la sopa, son muy salaos pero son algo peor que incómodos, tanto que si alguna vez he de pedirle algo a la virgen de Lourdes iré expiando mi culpa, no de rodillas como la mayoría, sino montado en elefante con otros 3 devotos, que es mucho mas duro… Solo ha sido hora y media pero algunos nos hemos planteado seriamente tirarnos desde lo alto del lomo para escapar…

Al día siguiente todos estábamos doloridos y hemos optado por otros medio de trasporte algo más cómodos, como son la canoa, y el Jeep. El segundo día en general ha hecho que haya merecido la pena venir hemos visto toda clase de bichos y desde bastante cerca, así como hemos conocido un guía bastante simpático…



Como en el National Geographic...

Durante todo el día nos ha asaltado la misma duda ¿Esto que será? ¿Jungla o selva? Es mas ¿En que se diferencian? Hace calor, estoy sudado, hay árboles y agua por un tubo, mosquitos, bichos de todos los colores, grandes felinos, y demás depredadores… Yo apoyo la teoría de la selva, ya que el término jungla es un anglicismo de mierda, que han implantado en todos lados los hijos de la gran bretaña.

En otro orden de cosas no hemos visto ningún tigre y triste de aquel que visite Chitwan esperando ver alguno, ya que nuestro guía en 20 años los ha visto solo 5 veces (una de ellas en medio de la carretera tomando el fresco, lo que demuestra la aleatoriedad del evento).




Yo, tratando de abusar de un elefante, ante el asombro del personal...

Pero sin duda lo mejor de la estancia ha sido el baño con los elefantes, que, aunque algo paleto, es diversión asegurada gracias al carácter de estos animales.

Al día siguiente, camino al autobús que nos llevara a Pokhara damos con un tullido que tras conseguir una propina nos ofrece (con bastante educación) marihuana… Ya nos habíamos dado cuenta que el hobby de la zona era hacerse porros y fumárselos dentro del parque, ¿será por eso por lo que ven tigres solo ellos?…



martes, 16 de septiembre de 2008

Paseando a Miss Daisy...

Tras una semana en India, Nepal es un pozo de tranquilidad, y eso que Katmandú es una capital un tanto agobiante si la comparas con el resto de ciudades asiáticas. Un tanto contaminada y maleada por el turismo hippie desde hace casi 50 años, aun mantiene cierto encanto y misticismo, y mas en esta semana, ya que durante los últimos tres días han paseado a la Kumari Devi, la niña diosa que alguna vez habréis visto en algún documental de la 2.

El caso es que a pesar de salir los tres días que justo estamos en Katmandú, lejos de ir a verla, casi la hemos evitado para no dar con la multitud que la venera. Un día esperamos a ver si salía, pero se nos hizo tarde y al fin y al cabo, somos todos ateos…

En Katmandú solo obedecemos a la religión verdadera, la de papear sin medida en comida y cena, a ser posible en un restaurante que ha resultado ser una joya escondida junto al hotel.

Tras un día en blanco por una lesión en el grupo, mañana nos vamos a la reserva de Chitwan a ver todos los bichos posibles, rinocerontes, cocodrilos y si hay mucha suerte, tigres, todo ello a lomos de un paquidermo… Rezad por mi alma pecadora, me esperan no solo los bichos grandes sino los pequeños también (con su dengue y malaria correspondiente)…

¿Cuándo volveré a tener WIFI por la patilla? Quien sabe, en cuanto me sea posible os doy más la paliza…

La cancion de hoy era obvia...


Be happy...

Como no podía ser de otra manera hemos salido de la India cagándonos en Dios. Primero el taxista que nos lleva al aeropuerto nos la intenta liar (que extraño, es el primero)… Pactamos un precio en el hotel (450 rupias) por un coche grande con aire acondicionado (hay tanta contaminación que ir con las ventanillas abiertas supone un ataque de asma por la noche).

Nos montamos y el tío va con las ventanillas abiertas, le pedimos que las suba y ponga el aire, trata de comunicarse con nosotros pero en un idioma muy lejano al ingles. Le decimos que si , que lo que el quiera pero que lo ponga (en este punto ya sabemos como acaba el cuento pero estamos tan acostumbrados a la bronca que nos da absolutamente igual).

Tras 40 minutos de camino llegamos le damos 450 rupias y se monta el show, quiere 600 por poner el aire, dice que ese ha sido siempre el precio (me impresiona el control del ingles que tiene de repente). Le digo que va a ser que no, y contesta que 500, todos nos miramos y nos reímos, y el tío se da la vuelta mirándome y hablando hindi, yo también saludo a su madre en castellano (por quedar encima).

Entramos en el aeropuerto y sentimos cierto alivio por estar tan cerca de irnos, pero es una sensación ficticia, la burocracia para salir del país es terrible y los 5 atentados en Delhi del día anterior dificultan aun más si cabe los controles de seguridad.

Nos montamos en el avión para un trayecto de menos de una hora, con destino Katmandú, y la compañía Air India nos deleita con un almuerzo en el que la mitad de los productos están caducados…

Cuando me bajo del avión se me saltan las lágrimas de alegría, hay que rellenar 1200 formularios para el visado pero no importa, somos felices.

El taxi nos intenta hacer el lío para llevarse comisión del hotel al que supuestamente íbamos pero como venimos demasiado entrenados para estas gilipolleces, acabamos con una sorprendente fuga hacia un restaurante (sorprendente para el taxista y su cómplice que no dan crédito a lo que ven) y posteriormente a otro hotel no muy lejano, más limpio y barato.

Conocemos un poco la ciudad y vemos que la gente es mas abierta, mas simpática pero que hay que tener cuidado con los precios y las estafas. Cuando volvamos podemos escribir un libro sobre posibles timos al turista, como la de la madre que te pide leche para su bebe (mi favorita), y te lleva a la tienda a comprarla (a un precio hiperdimensionado) de manera que cuando te marchas pensando en tu buena acción, la devuelve y se reparte la ganancias con el dueño de la tienda…

Aun así no os confundáis, Nepal esta a años luz de India y se puede hablar con la gente, hasta con los que te quieren por tu dinero, sin miedo a tener una bronca, les dices que va a ser que no y la gran mayoría te dejan en paz.

De vuelta en el hotel me dispongo a ver la Formula 1 desde Imola, y en la vuelta 30, con el aire acondicionado a tope, una pepsi en mi mano, y Alonso con neumáticos intermedios en la pista dispuesto a petarlo, la luz decide irse para no volver hasta horas después… Esta visto que la felicidad no puede ser completa en estas vacaciones…

El torpedo de Acapulco…

Tengo que salir de este país como sea, no ya por mí, que sufro una sobredosis de India desde el primer día, sino por mi percepción de esta gente…

Un suceso junto al foso de un monumento me ha hecho plantearme que tras varios días de contacto con los indios empiezas a dejar de verles como seres humanos, y pasan a ser simplemente seres vivos, como una vaca o un perro mas…

El caso es que andábamos felizmente siendo acosados en el interior de un fuerte cuando desde uno de los balcones hemos visto el agua putrefacta mas verde de nuestra vida en lo que hace siglos seria una piscina cojonuda frecuentada por algún mogol de renombre. En esto que aparece un niño (unos 14 años) en bañador (fardahuevos) y nos ha ofrecido tirarse en la fosa medio llena por dinero…

He aquí lo malo, el cuñao y yo nos hemos mirado y hemos preguntado por el precio. En ese momento ha aparecido el padre, también en bañador que lejos de disuadir al joven se ha ofrecido el mismo por 50 rupias (80 céntimos de euro). Mientras calculaba con que objetivo iba a tirar la foto para que quedase mejor me he percatado de que la cosa no era muy ética, por no decir que no era nada ética… Le he dicho al tío que no, que era muy peligroso y me ha contestado que no, que era su trabajo, y por las 50 rupias hacia el salto de Acapulco…



¡¡Puta moral!! Lo que nos habríamos reído con el video todos juntos ¿eh? También es mala suerte que el único indio que quiere trabajar en 20 kilómetros a la redonda sea para tirarse “a lo Acapulco” en esta fosa llena de mierda… Creo que el cuñao jamás me va a perdonar no haberle querido dar esas 50 rupias…


No querías caldo?? (Crónicas de Varanasi)…

Si a excepción de algunos momentos, la India nos ha horrorizado, Varanasi, antigua Benares, ciudad sagrada del Ganghes, ha marcado un nuevo hito en el nivel de miseria humana conocida… Tras una noche durmiendo en un tren despertándome cada 40 minutos para controlar si sigo teniendo mochila, las cosas se ven mal, pero después de una noche de hotel, una ducha y un buen desayuno, la cosa sigue igual de malita…

He vivido en pueblos de Birmania, peor comunicados, con peores medios, y oprimidos por un régimen militar, y ni siquiera allí se puede ver la miseria, cutredad y mierda que se puede percibir aquí, y es que el nivel cultural (y humano) no es el mismo ni por asomo…

Estoy deseando encontrarme al próximo hippypollas que me diga que la India es mágica o que es una cultura diferente o que no he llegado a contactar con la autentica India…

¿La India mágica? Hombre, si se refieren a convertir a cientos de millones de seres humanos en algo diferente y muy inferior a personas, entonces si, la India es mágica de cojones…

¿Qué es una cultura diferente? Lo dudo, la mayoría de la gente que ves en la calle carece de cualquier cultura o dignidad humana (y en gran parte no es culpa de ellos)…

¿Qué no he llegado a contactar con la autentica India? También es cierto, hay muchas cosas que no he visto de este precioso país, según me han contado hay gente a la que la apartan en una zona no habitada para amenazarla por una propina, a otros los envenenan para exprimir su seguro de viajes (eso si no se lo cargan) y otros muchos acaban en una comisaría pagando 5.000 rupias por comportamiento indecente por el simple hecho de no dar limosnas o propinas (siempre y cuando el policía de rigor lleve comisión)…

Vamos, que estoy encantado con el país en general…

Hemos visto los crematorios y los Ghats al amanecer, y me ha sorprendido más la pésima educación de los turistas fotografiando y grabando las piras funerarias (parece ser lo único que esta prohibido en este país), que el muy machacado ambiente de rezos y chapuzones en el agua pútrida del Ganghes.

Hoy pruebo por vez primera la seccion de audio en el Blog... Para empezar era inevitable esta cancion de una artista Tamil...


Llamadme mala persona...

Control de natalidad. Castrar y castrar sin parar. Este país tiene una primera necesidad, que debería estar por delante de la alimentación o escolarización plena, un control de natalidad todo lo restrictivo que sea posible. Quien se alarme, quien se echa las manos a la cabeza con las normas chinas, es que no ha estado en India. La mezcla de religiones, las castas, y la propia cultura india ha creado un halo invisible de indiferencia ante lo que en cualquier otra cultura es intolerable, uno no se puede quedar clavado en un atasco con su taxi, viendo a una familia vivir en una isleta de la calle con un neonato sobre un cartón en la acera, mientras por el espejo retrovisor diferencio un Bentley que cuesta unos 300.000 euros…

La culpa es claramente del estado (llego el momento de ponerse punki-anarquista), incapaz de atacar las viejas tradiciones y reglas que siguen rigiendo el país… Si preguntas a un indio bien posicionado socialmente sobre las castas, en primer lugar te dirá que no existen… Si continúas la conversación antes o después hará alarde de ser brahmán… Menos mal que hace 5 minutos no había castas…

Cuando ves a cientos de personas durmiendo en la acera, en los bordillos de las carreteras, o sobre paradas de autobús, te das cuenta de que son tan inútiles y desganados que son incapaces de buscar un mejor lugar a la sombra o lejos del tráfico rodado. Cuando te acercas a un taxista y tratas de pactar una carrera de menos de 5 minutos por un precio razonable (3 o 4 veces lo que le cobran a un indio), los taxistas prefieren no cogerte y esperar a otro turista al que engañar, antes que arrancar el coche.

Pues eso, que generalizando (cosa que me encanta) la población india esta excesivamente segregadas unas clases de otras y las mas bajas por lo menos, tienen entre pocas y muy pocas ganas de prosperar o trabajar. Una pena, un país que por mano de obra y materia prima podría combatir comercialmente con China, resulta no ser ni la sombra del resto de países subdesarrollados…

Parchis very dangerous (Descontrol de seguridad)...

Ya estamos en Agra, y a priori la gente parece mas amigable que en Delhi aunque son igual de chorizos. Nuestro hotel esta al lado de los monumentos (Taj Mahal y Fuerte Rojo de Agra) y brilla el sol…

Hemos descubierto un extraño juego indio que consiste en tratar de mirarles las tetas a todas las turistas que se cruzan, a pesar de que esto pueda acarrearles estrabismo por forzar el ángulo de visión, o una hostia para que purifiquen pensamientos y miren más a sus chavalas. Además que los indios tienen algo en la mirada, que solo tienen las vacas y los perros, y es que son capaces de quedarse mirándote sin hablar (y muy posiblemente sin pensar) durante minutos a pesar de que les desafíes con la mirada.

Hemos sido conscientes de este juego en el Fuerte Rojo, tras darnos un palizon visitándolo. Mas tarde hemos ido a ver el atardecer en el Taj Mahal y gracias al des-control de seguridad casi llegamos al anochecer.

El circo comienza tras comprar las entradas, al pasar los arcos detectores… Como buen país tercermundista no funcionan y la revisión pasa por palparme por delante y por detrás, con especial atención a la nalga y al paquete (Fausto, esto es el móvil o es que te alegras de verme…), así como abrir la mochila y alucinar con los analfabetos del ejercito que se ocupan de seguridad… He aquí la transcripción de la conversación entre mi cuñao y el de seguridad tras abrir la mochila y descubrir tres peligrosas armas de destrucción masiva:

Militar: No puedes pasarlos (señalando un pañuelo para el pelo, un pareo, y un juego magnético de parchis con una baraja de naipes dentro)…

Cuñao: ¿Por qué? Mire (cogiendo el pañuelo, y tratando de sobreponerse a lo absurdo de la situación), esto es por si llueve (brilla el sol, cero nubes) para taparme la cabeza…

Militar: Bien, puedes pasarlo pero el resto no…

Cuñao: No, mire (cogiendo el pareo y simulando que se lo pone) esto es para taparme el resto del cuerpo por si llueve (si cuela una vez puede colar dos)…

Militar: Bien, pero esto no puede pasar…

Cuñao: Eeeeeeeeh… (Trata de pensar en que coño hacer con un parchis si llueve pero la picardía no da para mas)


Espera que tiro una foto y nos podemos ir del pais...

Tras dejar un parchis, una baraja, un iPod y un cargador de baterías Canon en la consigna (te cagas con la incautación de objetos sospechosos) me someto a un segundo magreo que convence al militar y consigo entrar. El Taj Mahal hace justicia a su nombre, es tan perfecto y armonioso que no tiene comparación con ningún otro monumento que yo haya visto jamás. Por desgracia es tan magico y perfecto como ruin y horrible son la tierra que lo rodea y la población que la habita.

Tan mal como era de esperar...

Hemos llegado a Delhi, y el grupo por completo ha puesto el chip antiestafa que según todos los foros es necesario… Primer disgusto, el deficiente del hotel ha olvidado enviar a nadie a recogernos, toca buscarse la vida, y pillamos un taxi en un mostrador del aeropuerto… El conductor es un chavalin joven que quiere conversación pero son las tres de la mañana y no me apetece estar mamoneando con un desconocido…


Como manda la ancestral cultura hindi, el taxista finge no saber la dirección exacta (que esta apuntada) y tras 15 minutos de vueltecitas nos lleva a la oficina turística de su primo… Este señor tan amable que esta despierto a las 3 de la mañana solo para estafarnos (esto si que es servicio) coge la hoja de nuestra reserva y finge llamar al hotel y facilitar todos nuestros datos, para mas tarde decirnos que nos han cambiado de hotel a un “sister hotel” ya que no tienen plazas…


Le explicamos que le agradecemos mucho su interés por el estado de nuestra reserva pero que le diga al conductor que nos lleve al hotel de la reserva… Tras otros 15 minutos de estúpida vuelta por el barrio más tercermundista que había visto jamás (Karol Bagh, por si os queda cuerpo para comprobarlo), llego al hotel, salimos del taxi y lejos de dar propina no cruzamos la mirada con el conductor que aparenta esperarla (con dos cojones)… Entramos calentitos al hotel y una horda de indios se lanzan a cogernos las mochilas, pero no tengo ánimo de soltarla, el indio tira de ella, pero yo peso el doble, y el tira y afloja se prolonga mientras le pido que no coja la mochila, que no es necesario… Arreglamos el precio por dos habitaciones sin desayuno (nos la tratan de clavar again, pero otra vez no cuela)…


Por fin estamos en la habitación, nos metemos en la cama y sorpresa, estoy tan alterado que no puedo conciliar el sueño y tardo más de una hora en caer… Por suerte la habitación esta limpia como los chorros del oro, y no sufrimos del trastorno anual de la cucaracha/rata en la habitación que tanto nos aqueja en nuestras últimas expediciones.


Sale el sol y con él, llegan las palomas a mi ventana con el único fin de hacer ruiditos y reventarme el sueño… Salimos y buscamos un taxi para empezar la ruta y tras una pésima experiencia (no han pasado 10 horas y es la tercera vez que nos la quieren clavar) encontramos un conductor sijh que se hace llamar Ringo y que esta dispuesto a ser esclavizado durante las próximas 8 horas por un módico precio.



Lo que parece una bolsa naranja en el suelo es un bebe...

En una primera (y segunda) vista, Delhi es de lo más miserable y esta gente vive de la manera mas ruin que uno se puede esperar. Nadie aspira a nada, supongo que por motivos culturales o religiosos (las castas pesan mucho) y los niños que crecen pidiendo en los arcenes de las carreteras acabaran muriendo de la misma manera. Aquí nadie va a mejor, naces con la premisa de lo que vas a ser en vida y lo asumes con naturalidad, y tal vez por eso los niños de la calle antes de aprender a ponerse de pie, aprenden a levantar la mano para pedir a los turistas...

lunes, 15 de septiembre de 2008

Tarta de paella...

Comienza el viaje de vacaciones familiar 2008, y como de costumbre el lugar elegido cumple los requisitos habituales, calor, humedad y una extensa gama de enfermedades tropicales... Todos nos esperamos lo peor de la India y lo mejor de Nepal, y en un mes podré valorar si nos equivocábamos…


La jornada se inicia con algún que otro sobresalto (llegamos al aeropuerto sin la tarjeta de crédito con la que hemos realizado la compra de los billetes y sangramos para conseguir la numeración) pero conseguimos embarcar y despegar en hora…


Lo cachondo de dejarse la tarjeta concreta en casa es el pollo que organizas en un momento… Contactas con el banco en concreto a través de un 902 y les ruegas con tono lastimon que te faciliten los 8 primeros dígitos de la tarjeta, facilitando todos los datos necesarios para certificar tu identidad a una retrasada mental que trabaja los domingos de teleopera muy posiblemente desde alguna mierda de municipio argentino, para que te diga que no es posible que me facilite los dígitos…


Mientras pienso en los posibles daños cerebrales que provocan la falta de proteínas en la dieta de los crios del norte de argentina, una chica que va tras de mi sufre el mismo problema pero con un banco diferente, llama a su correspondiente 902 y tras facilitar su DNI, le dicen el numero de la tarjeta, y la numeración del código de verificación (sip, los tres numeritos de la parte trasera de la tarjeta que te permiten realizar compras online)…


Gracias a Dios, el cuñao aparece y salva la situación, el tiene una tarjeta igual del mismo banco y coinciden las primeras 12 cifras… Mientras me lo dice, la retrasada esta hablando con su jefe ya que me puesto en plan llorón, y me ha dejado escuchando la musiquita… Me planteo esperar unos segundos a que termine para ver si me facilita el número o no, y dilucidar si la insulto y vejo a distancia, o simplemente cuelgo…


Ya estamos en el avión y despegar desde Barajas intimida a la gente… Admitiré que a mí no me da nada de miedo volar pero siempre te da por pensar “Anda que si nos piñamos”, y es verdad, si te da por que se alineen los astros, pilles al perito piloto de comandante y a un técnico de mantenimiento chapucero, un minuto después de despegar puedes ser una estadística mas, así como el antiguo miembro de una familia que ahora, gracias a ti, es millonaria…


Después de comerte 22 horas de vuelo algún día que otro, ir hasta Delhi es un paseo, que además te permiten visitar Doha (todo sigue en obras, como siempre) y disfrutar de la maravillosa mezcla de 90% de humedad y 40º de temperatura (y es de noche)…


Despegamos de nuevo para solo 3 horas de camino, y nos sirven la cena. La estrategia de la Qatar esta clara, mucha comida, el aire acondicionado a tope, y películas y series dobladas en mejicano…


La comida no es apta para todos los públicos, es mas, si mi padre viajase, seguramente moriría de inanición ya que la comida es terriblemente asiática, excepto por la intrusión de un extraño postre… El primer contacto no revela nada extraño, parece un tarta industrial de limón, pero cuando te fijas lleva como hilillos colorados que se destintan… Coño!! Esto es azafrán (con lo caro que esta), y al destapar el envase efectivamente la tarta huele a azafrán… OK, coges el primer cacho y tras metértelo en la boca detectas algo que de nuevo descuadra… Esta llena de arroz!! Me cago en la leche, puto Ferran Adria, han deconstruido la paella en un postre y ha quedado asqueroso…


Después de todo la cosa no acaba mal, el pollo esta bueno y el vino es de Chile, acabo de cenar y trato de conciliar el sueño, quedan dos horas para llegar al infierno hindú…